martes, 1 de octubre de 2019

EDGAR ALLAN POE


Un manicomio en el que primero se seguía un método positivo, casi antipsiquiátrico, estilo Basaglia, en el que se deja la mayor libertad. Un sistema próximo a la autovigilancia actual de colegios y prisiones. Pero los locos hacen una revolución y toman el poder.
Un manicomio en el que los locos han tomado el poder y han a los médicos y al personal de seguridad los han untado en alquitrán y les han puesto plumas.
Un manicomio en el que el personal cuerdo es encerrado y humillado y en su mayoría está compuesto por hombres, mientras que arriba, en los comedores del manicomio, los locos se ponen púos de comer y de beber, tomando las ropas de los antiguos señores del lugar.


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